En la Estancia Aventura (casi) todo gira alrededor de los caballos y de la equitación. Aquí viven 60 caballos prácticamente en la naturaleza libre, de los cuales la mitad está entrenada para ser montados. En su mayoría son los típicos caballos criollos sudamericanos, pero también hay mestizos, lusitanos y cuarto de millas; todos estos caballos son muy buenos para que cualquier persona los monte. Kiki Erhardt estuvo durante más de dos años a cargo de la escuela de equitación en “Gut Ising”, en Alemania. Los que aprenden a montar en la Estancia Aventura no necesitan muchísimas horas de clase de equitación antes de poder salir a cabalgar. Este no es el caso con estos caballos sudamericanos tranquilos y seguros, porque después de unas pocas indicaciones incluso los principiantes pueden disfrutar de un recorrido el amplio y variado terreno a caballo. Quien alguna vez ha cabalgado sobre un caballo criollo, no se separa fácilmente de su amigo cuadrúpedo.

Para la montura se utiliza las típicas sillas de montar que utilizan los vaqueros, semejantes a las del “Lejano Oeste”.
Diariamente se ofrecen paseos a caballo de 2 a 3 horas a la mañana, en uno de los senderos naturales o de arena, que en total suman 150 km, y a la noche está la opción de ayudar a juntar el ganado y a la manada de caballos en los corrales de la Estancia Aventura, junto a los vaqueros – ¡Romanticismo del más puro!

Los perros, gatos y otros animales pequeños también dan crédito del gran amor a los animales de las personas que viven en esta Estancia – ¡una experiencia muy especial!